Con este post nos sumamos a la “ola” de sensibilización” ante los peligros potenciales de la inminente “ola” de calor. Ahí van unos consejos para que nuestra actividad montañera en días soleados y calurosos sea placentera y exenta de riesgos.

Lo primero de todo, debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo se protege del calor sudando y eliminando líquidos. Por ello, debemos protegernos antes de que aparezcan la fatiga, los calambres, la deshidratación y otras consecuencias aún peores. Aquí van unos consejos prácticos:

Deberemos en primer lugar planificar la ruta:

  • Previsión meteorológica: consultarla, especialmente la temperatura y la velocidad y dirección del viento.
  • Horarios: a ser posible evitando las horas de más calor.
  • Itinerario: buscando zonas boscosas, a sotavento y cara norte de los macizos, por lo general más sombríos.
  • Agua: hay que identificar los posibles puntos de aprovisionamiento e incluso llevar pastillas potabilizadoras.

La elección del material adecuado también es relevante:

  • Ropa: preferiblemente de colores claros, con gran capacidad de transpiración. No olvidar nunca el corta-vientos ya que en collados o lugares ventosos nos protegerá del riesgo de deshidratación, sobre todo si vamos a estar parados. Debemos cubrirnos la cabeza, con una gorra por ejemplo que incluso nos cubra la parte trasera del cuello. También importantes son los calcetines, que nos permitan buena transpiración y no nos provoquen rozaduras. Hoy en día ya los hacen incluso sin costuras y con tejidos anti-ampollas. Si la excursión es larga, nos vendrá bien un segundo par para cambiarlos y mantener secos nuestros pies.
  • Calzado: si el terreno no está embarrado o no vamos a cruzar largos neveros, será mejor usar calzado sin membrana impermeable (sin Goretex o similar).
  • Gafas de sol y crema solar: fundamentales, especialmente para protegernos de los rayos ultravioletas. A mayor altura, mayor exposición a la radiación solar por lo que elegiremos una crema con un alto “Factor Protector”, tanto de los rayos UVA como de los UVB. Estas precauciones deben ser aún mayores con los niños. Y también usaremos un lápiz labial o vaselina que nos mantenga bien hidratados los labios.
  • Manta térmica: siempre útil, ya que en ésta ocasión la cara dorada (colocada contra nuestro cuerpo) puede absorver el calor y la plateada (hacia afuera) repeler los rayos del sol.
  • Cantimplora o depósito para el agua: en este aspecto no debemos escatimar en peso, especialmente si en la ruta disponemos de poca sombra y pocas opciones de aprovisionamiento. Debemos evitar bebidas azucaradas y con cafeína ya que favorecen la eliminación de líquidos.
  • Comida: la fruta nos aportará sales minerales. No son convenientes los alimentos que deshidratan como la pasta o los frutos secos.

Pautas a seguir durante la actividad:

  • Beber agua con frecuencia. Incluso llevar sales y tomarlas a mitad de la excursión. También es conveniente refrescarse la cabeza, secándola con un pañuelo.
  • Paradas intermedias: realizarlas en lugares con sombra, resguardados del viento (ya que es un factor que aumenta la deshidratación) y a ser posible evitando lugares con nieve ya que ésta refleja la luz solar. Tratar de no prolongarlas en exceso, sobre todo si estamos expuestos al sol o al viento.
  • Estirar: de vez en cuando para evitar calambres y sobre-cargas.

Y como siempre, llevar el móvil bien cargado, el teléfono de emergencias de la zona, dejar avisado de nuestro itinerario, ir siempre acompañad@s, etc.