Cuando caminar es el único medio de transporte

Estoy acostumbrado a caminar por el monte por placer, o en ciudad solo por necesidad para realizar cortos trayectos. Por eso, en mi primer viaje a África, me quedé impactado cuando vi, al salir del aeropuerto, los arcenes de la carretera llenos de personas caminando. Pregunté a quienes me habían ido a recoger dónde iban esas personas tan pronto, ya que eran las 5 de la mañana. Me contestaron que se dirigían al trabajo, a la escuela o simplemente a por agua. Algunos de esos lugares  estaban a más de 10km de sus casas. Cada día, ida y vuelta, caminando. No tenían otra opción ya que no podían ni si quiera pagar el precio del transporte colectivo.

En ese mismo viaje visité el centro de entrenamiento de corredores más famoso de África, donde entrenan campeones del mundo de maratón, de 10.000m, etc. Conociendo cómo son los centros de alto rendimiento para deportistas en España, me llamó poderosamente la atención las infraestructuras tan básicas con las que contaba este centro. La pista de entrenamiento era de tierra, con vacas pastando, niños jugando en la ría del obstáculo y chabolas en los laterales. Chabolas donde vivían algunos de los atletas. Allí no había masajistas, médicos deportivos, bebidas isotónicas, duchas relajantes de agua caliente, material deportivo de última generación, etc.

Una mañana tuve el privilegio de entrenar allí, rodeado de atletas africanos. Para ellos, correr era su oportunidad de supervivencia, además del más común de los medios de transporte. Sus herramientas para entrenar eran la humildad, el sacrificio y sus ganas por tener una vida mejor.

Los kilómetros que corrí sobre la tierra roja cambiaron mi percepción de la distancia. La distancia entre mis condiciones de vida y las suyas. Caí en la cuenta que yo entreno si quiero, camino si quiero. Otros caminan y corren para sobrevivir. La diferencia abruma.

sobre el autor

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Andrés

Comentarios

Rafa
noviembre 29, 2018
Que bonito post Andrés. Muchas gracias.
Sergi
noviembre 3, 2018
Ya que el otoño rescata la vena poética, me viene a la memoria Antonio Machado. Utilizó con frecuencia el camino como símil del viaje y de la vida que ha quedado atrás. Hay que recordar ese pasado, pero evitando que marque nuestro destino. Aunque, bien lo dices en tu post, no todos jugamos con las mismas cartas. Un abrazo.
Elkano
noviembre 1, 2018
Buenísimo Andrew. No te conocía con esa vena poética.
Carmen
noviembre 1, 2018
Un artículo corto pero lo suficientemente significativo para remover conciencias . Gracias

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